martes, 2 de mayo de 2017

Cosas que quiero borrar

Guardo recuerdos desordenados de mis primeros años, imágenes desordenadas de la casa de mis tíos en el campo —un campo raso y sol, algo que ahora es impensable porque el asfalto y el hormigón pasaron por encima—, donde pasábamos los fines de semana y los veranos, de mis primos y yo caminando contra el viento. Entonces creíamos que la vida, la vida auténtica, aún estaba por llegar; y que todo era posible. No me había vuelto a acordar de ese momento hasta que hace unos días tuve un encuentro providencial con Mario Benedetti: "Me gusta el viento. No sé por qué, pero cuando camino contra el viento, parece que me borra cosas. Quiero decir: cosas que quiero borrar". Me pregunto si no habré dado con una nueva razón para creer que la vida, la vida auténtica, aún está por llegar.




"Nunca vamos a ser los de antes. Mejores o peores, cada uno lo sabrá. Por dentro, y a veces por fuera, nos pasó una tormenta, un vendaval, y esta calma que ahora tiene árboles caídos, techos desmoronados, azoteas sin antenas, escombros, muchos escombros, [...] escombros que nadie podrá quitar del corazón y de la memoria".

Mario Benedetti, Primavera con una esquina rota