sábado, 7 de marzo de 2020

Asimov versus Bradbury

Leo con estremecimiento en El País: “La Feria Internacional del libro de Guadalajara (FIL) ha abierto un debate alienígena: ¿Isaac Asimov o Ray Bradbury? Hasta el final de la semana, se podrá votar a través de sus redes sociales y en su web a favor de uno de los dos titanes de la ciencia ficción nacidos en el mismo año —1920—, pero padres de dos cánones muy diferentes. El ganador será premiado con una lectura pública de su obra cumbre —Fundación o Crónicas marcianas— durante el Día del Libro, el próximo 23 de abril, en la Rambla Cataluña”. ¿Asimov o Bradbury? ¿Y por qué no Romeo o Julieta? ¿Elizabeth Bennet o Mr. Darcy? ¿Catherine o Heathcliff? ¿Anna Karenina o el conde Vronsky? ¿La Maga u Oliveira? Sin duda, lo que busca la Feria Internacional del libro de Guadalajara es sembrar opiniones para cosechar artículos como éste publicado ayer por El País con el título Asimov contra Bradbury. El periódico trasladó a su vez la pregunta a seis escritores latinoamericanos: Mariana Enríquez (“Bradbury ha puesto en Crónicas marcianas sus largos domingos vacíos, su tedio americano, su soledad”), Francisco Ortega (“Asimov fue el primer best seller de la anticipación. Sin Asimov no hay Philip K. Dick”); Alberto Chimal (“Bradbury escribió desde una perspectiva humanista y apasionada por el arte y por el mundo”); Michelle Roche Rodríguez (Bradbury evalúa nuestra “responsabilidad individual o como parte de la especie humana en la denigración del otro”); Ramiro Sanchiz (“La voz de Bradbury, el eterno humanista tecnófobo, es en el fondo la de la reacción. Asimov, por el contrario, creyó siempre en el futuro”), y Bernardo Esquinca (“La prosa lírica de Ray Bradbury y la profundidad de su mensaje continúan inquietando y conmoviendo en tiempos en los que hemos perdido el asombro”). BRADBURY 4, ASIMOV 2. Yo lucho contra eso. La ciencia ficción me ha costado todas las relaciones sexuales que he tenido. No sé por qué, pero antepongo la lectura de cualquier libro de Asimov o Bradbury a otras cuestiones como el sexo, ver películas o salir a correr como hace Haruki Murakami. ¿Por qué elegir a uno si puedes leer a los dos? La pregunta debería haber sido otra: ¿Por qué es difícil definir qué es la ciencia ficción? Para Asimov esto es lo que la hace diferente de otros géneros*: “Supongo que habla de la riqueza del campo de  la  ciencia  ficción  el  hecho  de  que  dos  autores cualesquiera de  los que se dedican a ella nunca corren el riesgo de ponerse  de acuerdo sobre algo tan fundamental como es su definición”. Para Bradbury es a través del ejercicio de la escritura fantástica como cambiamos el mundo, excepto “lo único irremplazable en el mundo, la única persona de la cual no hay duplicado. Usted”. Así como los polos de la ciencia ficción intercambian continuamente sus fuerzas, si yo tuviera un dios, lo llamaría alternativamente Bradbury y Asimov.




“Los hombres de la Tierra llegaron a Marte. Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los peregrinos, o porque no se sentían como los peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar algo, enterrar algo o alejarse de algo. Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. El dedo del gobierno señalaba desde letreros a cuatro colores, en innumerables ciudades: hay trabajo para usted en el cielo. ¡Visite Marte!"

Ray Bradbury, Crónicas marcianas

   
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(*) Según David Shields, “los géneros son cárceles de mínima seguridad”.