domingo, 7 de abril de 2019

Fuera del mapa

Por lo general suelo leer dos libros a la vez —más por deformación profesional que otra cosa—, pero ambos libros deben tener algún aspecto en común. En este caso, El hogar eterno (The Long Home, 1999; Dirty Works, 2019) de William Gay y Kentucky seco (Kentucky Straight, 1992; Sajalín, 2019) de Chris Offutt tienen más de un aspecto en común. Aparte del origen sureño de los dos autores y de la temática de la búsqueda de sentido de la existencia en un contexto social en el que todo huele a podrido y descomposición, El hogar eterno y Kentucky seco comparten el mismo traductor, Javier Lucini, especialista en lo que podríamos llamar gótico sureño contemporáneo: Larry Brown, Harry Crews, Tom Franklin, Alan Heathcock, Ann Pancake. No obstante, cuanto más avanzaba en la lectura de Kentucky seco, más difícil se me hacía abandonar el libro de Offutt por el de Gay que, si bien es igual de bueno, no me pedía toda mi atención. Aunque el título Kentucky seco puede hacer pensar en una bebida alcohólica de alta graduación —el autor reconoce que se lo sugirió un compañero de piso de la  facultad con el que solía beber a raudales bourbon de Kentucky seco—, estos nueve relatos de Offutt no tienen nada que ver con la vida estudiantil, las juergas y las noches sin fin: Kentucky seco describe las tensiones internas del sueño americano tal como el escritor las vivió en su pueblo natal, Haldeman, Kentucky, un lugar que hace tiempo dejó de salir en los mapas. Offutt es un caso raro y apasionante para los tiempos que corren. Y es que nadie se imaginaba al autor de Mi padre, el pornógrafo (My Father, the Pornographer, 2016), de próxima aparición en la editorial Malas Tierras —que toma su nombre de la mítica película de Terrence Malick—, contando, con una limpieza digna de Sherwood Anderson y una elocuencia hecha simultáneamente de verdad humana y depuración estilística, la historia de la América que se muere, del país que está a punto de desaparecer bajo el peso de la industrialización. Los relatos de Kentucky seco beben de la mejor tradición narrativa americana —Erskine Caldwell, William Faulkner, Flannery O’Connor—, sus historias de soledad emocional y búsqueda vital destilan un aliento poético que se abre paso de forma callada en medio de la violencia y la desesperación que atenazan a sus personajes. Si hay un libro que no debería pasar inadvertido es éste, y los que vengan detrás. Además del ya mencionado Mi padre, el pornógrafo, Sajalín ha anunciado la próxima publicación de su última novela, Country Dark (2018).




“William recordó que su padre y su abuelo volvían de las minas por aquel mismo camino y, de pronto, se alegró de no haber tenido hijos varones. La responsabilidad sobre la tierra acabaría en él. La vida de los hombres transcurría entre ráfagas de trabajo y alcohol, con una muerte rápida, mientras que las mujeres sufrían un desgaste lento y continuado, como la ribera de un río en una curva pronunciada”.

Chris Offutt, Kentucky seco