Charles Manson entró en
parada allá por 1971, cuando ingresó en la cárcel de Corcoran, en California,
donde murió el pasado domingo, aunque su leyenda no dejó de crecer y extenderse
por todo el mundo. Manson es, probablemente, el criminal más famoso de la historia
desde Jack el Destripador, aunque a diferencia del asesino en serie británico,
al que se le atribuyen al menos cinco asesinatos en el barrio londinense de
Whitechapel en 1888, Manson no cometió ningún homicidio por su propia mano,
sino que fue condenado a muerte (en 1972 la Corte Suprema de California abolió la pena de muerte y pasó a cumplir cadena perpetua) por ser el autor intelectual de los
asesinatos de siete personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa de Roman Polanski, embarazada de
ocho meses, en su mansión de Beverly Hills en Los Ángeles, en 1969. Si Manson se
ha hecho con el primer puesto —y no le han faltado candidatos de todo tipo: Ed
Gein, Ted Bundy, John Wayne Gacy, Jeffrey Dahmer, Edmund Kemper, David
Berkowitz, Aileen Wuornos, Andrei Chikatilo— es porque se lo ganó a pulso, nadie le regaló nada. Hizo méritos de sobra pasándose a policías, jueces, jurado, forenses, psicólogos, periodistas,
etcétera, por el forro de los cojones. En realidad, Manson es la antítesis de Jack el
Destripador. Ni siquiera se le puede definir como un serial killer, sino como un lunático que profetizaba la llegada de un segundo
Holocausto en forma de guerra entre negros y blancos. La idea la sacó de la
canción Helter Skelter [Descontrol] de los Beatles. Manson creía que los
Beatles eran los cuatro Jinetes del Apocalipsis. Al mismo tiempo él mismo se
consideraba el Ángel Exterminador: "Lennon, el profeta, me dijo: Charlie,
levántate; ¡acaba con esos cerdos!". ¿Se puede explicar con palabras un
monstruo tan inexplicable como Manson? Quizás no. Pero Vincent Bugliosi, el
fiscal de Los Ángeles que procesó a Manson y a cuatro miembros de su familia
—Tex Watson, Susan Atkins, Linda Kasabian y Patricia Krenwinkel— lo intentó en
el libro Helter Skelter: The True Story of the Manson Murders (1974), coescrito con Curt Gentry. Para quien no lo sepa, Helter Skelter está considerada como la Biblia de la crónica negra americana, con permiso de Robert
K. Ressler y Tom Shachtman, autores de El que
lucha con monstruos (Whoever Fights
Monsters: My Twenty Years Tracking Serial Killers for the FBI,1992; Seix Barral, 1995 [hay nueva edición con el título
de Asesinos en serie, Ariel, 2018]),
que marcó un antes y un después en la historia de la literatura forense. En 2019, la editorial Contra publicará por primera vez en
España el libro de Bugliosi, abogado de la acusación en el juicio de Manson. Váyanse preparando, Helter
Skelter es un libro de una crudeza sin concesiones, triste,
desasosegante y oscuro como el hilo musical de una tumba.
"El acto mismo de matar deja al asesino en vilo, porque el crimen no
ha sido tan perfecto como su fantasía".
Robert K. Ressler y Tom Shachtman, El que lucha
con monstruos [Asesinos en serie]