Dieciséis años después de la publicación de Sam el gato (Sam the Cat and Other Stories, 2001; Mondadori, 2002), que para ser un libro
de relatos conoció un notable éxito de difusión —The New Yorker nombró a su autor uno de los 25 mejores
escritores de ficción menores de 40 años—, ha visto la luz el segundo libro de
Matthew Klam, ¿Quién es Rich? (Who is Rich?, 2017;
Alba, 2018), protagonizada por Rich Fischer, un dibujante e ilustrador de
cómics en horas bajas cuya situación tanto económica como sentimental está
al borde del colapso. La razón de esta tardanza hay que buscarla en las palabras
del propio Rich, alter ego de Klam: “El destino me esperaba, prácticamente
acaba de empezar; pero en un santiamén se acabó todo. No hubo más solicitudes
de notas promocionales, ni cheques misteriosos en el buzón, ni tarjetas de
agentes pegadas al cheque, tampoco llamadas de mi editor, ni siquiera para
decirme que me fuera a la mierda. La fanfarronería, la chulería y las
revelaciones personales de mal gusto se habían acabado”. La novela está
salpicada de riquísimas alusiones a su propia experiencia personal: “Los que
hayan tenido éxito precozmente sabrán que no es algo habitual. Al principio
parece que debe de haber un error, pero enseguida te acostumbras y acabas
estando seguro de que siempre va a ser así. Viajas y conoces a dibujantes
famosos; te alaban, habláis como si fuerais viejos amigos y tenéis la
oportunidad de intimar, te cansas de sus lloriqueos y no tardas de perderle el
respeto a cualquiera que pase apuros o se queje. Te acostumbras a esperar
mensajes de tus admiradores, a que se presenten desconocidos a hacerte la
pelota, a cierta deferencia o cierto tono de voz. Empiezas a pensar que
cualquier autor de historias que no tenga fama nacional, cualquiera que sufra,
que sea poco conocido o no reciba atención de los pajilleros de Hollywood, debe
de ser idiota perdido”. ¿Quién es Rich? aloja más guiños intertextuales, comenzando por el
título, que podría reformularse como ¿Quién es rico? —también como un homenaje a la novela de John
Updike Rabbit Is Rich (Conejo
es rico)— y siguiendo por la exploración del sexo como válvula de escape
social, lo
que la aproximan a la novelística de Updike y Philip Roth, o a la no
suficientemente ponderada novela de Rick Moody La tormenta de hielo (The Ice Storm). De cualquier forma, ¿Quién es Rich?, cuando menos, no es una obra que se engañe
a sí misma y, por tanto, en modo alguno puede engañar al lector que se lo pasa
en grande. Si
bien a veces uno se ríe por no llorar.
“Entonces,
sin venir a cuento, comenzamos a besarnos y sobetearnos frenéticamente. Lo
hicimos de nuevo, esta vez de lado, bien acurrucados, otra primicia en una
serie de primicias, una postura igual de buena que las demás, mejor quizá, pero
con más sangre. Parecía que nuestras partes sabían más que el conjunto. O
menos, mucho menos. Me dieron pena esas partes, agotadas, enrojecidas,
trabajando sin cesar ahí abajo, cuando lo único que queríamos era llorar”.
Matthew Klam, ¿Quién es Rich?