lunes, 6 de diciembre de 2021

Estrella oscura distante

El cuarto título de Chris Offutt publicado en España por la editorial Sajalín está lleno de esas calladas señales que anunciaban en sus libros anteriores (Kentucky seco, Noche cerrada y Lejos del bosque) que no estabamos ante un autor de novela criminal fácil. Narrativamente lo es. Pero anímicamente resulta imposible quedar al margen de lo que le pasa a sus personajes. Como alguien señaló hace un tiempo, sus novelas y relatos se mueven entre “las fronteras de la ley y los límites de la condición humana”. De intimidad máxima, la lectura de Los cerros de la muerte (The Killing Hills, 2021; Sajalín, 2021, traducida por Javier Luicini) nos hace tener la sensación de estar mirando por el ojo de una cerradura mientras en el interior de la habitación las vidas de Peggy y Mick Hardin, veterano de guerra de Irak, Afganistán y Siria y agente de la Divición de Investigación Criminal del Ejército de los Estados Unidos, se vacían en su descenso a los infiernos conyugales: “En numerosas ocasiones [Mick] había entrado en edificios desconocidos sabiendo que dentro había hombres que querían matarlo. Llevaba un chaleco antibalas y tres armas, munición de reserva, una consola de radiocomunicación y vendajes israelíes de comabate. Ahora estaba acechando su propia casa, desprotegido y asustado”. Mick es un hombre de principios y tal vez por eso no se le dan bien los finales. Acorralado por la desesperación y la frustración de haber “fracasado en todos los frentes”, no le importa asumir riesgos cuando su hermana Linda, sheriff del condado, le pide ayuda para encontrar al asesino de una viuda de cuarenta y tres años, cuyo cadáver ha sido encontrado en la ladera de una colina. En parte thriller cargado de tensión —aunque la trama del asesinato de Nonnie Johnson termina siendo casi secundaria, pero eso no es una desventaja sino todo lo contrario al abrirse la historia al paisaje y a su gente— y en parte novela psicológica sobre un hombre que debe enfrentarse a la disolución de su matrimonio, de su entorno y de su modo de vida, Los cerros de la muerte merece leerse tanto por el penetrante y personalísimo estilo de la escritura como por la inquietud que logra generar en los lectores. Chris Offutt, sin ningún género de dudas, es uno de los grandes de la literatura americana actual*. Estrella oscura distante pero sorprendentemente próxima. Pocos como él hallan el equilibrio perfecto entre lo criminal y lo cotidiano, a veces indistinguibles en su Kentucky natal. Eso no quita para que vea el mundo rural con exactitud y generosidad.




“La gente se casaba cuando era joven y optimista, después o bien acababan enredándose como rosales o bien cada uno crecía a su aire, como las malas hierbas”.


Chris Offutt, Los cerros de la muerte



__ 

(*) Mi libro favorito de Offutt, sin desmerecer los ya mencionados, es su obra autobigráfica Mi padre, el pornógrafo (My Father, the Pornographer, 2016; Malas Tierras, 2019), traducida por Ce Santiago. En 2022, Malas Tierras tiene previsto publicar un segundo libro de memorias, Dos veces en el mismo río (The Same River Twice, 1993), sobre sus años juveniles.